Joaquín García Icazbalceta (Ciudad de México, 21 de agosto de 1825 - Ibídem, 26 de noviembre de 1894). Historiador, escritor, filólogo, bibliógrafo y editor mexicano. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.1Su primer trabajo importante fue la traducción de la Historia de la conquista del Perú, escrita por William H. Prescott, a la que adicionó con notas y varios capítulos, publicándola hacia 1849 y 1850. Entre 1852-1856 también colaboró con Manuel Orozco y Berra escribiendo diversos artículos que se publicarían en el Diccionario Universal de Historia y Geografía.
En 1850, inauguró su propia imprenta, misma que le servirá de herramienta para editar sus propios trabajos, que siempre se caracterizaron por su erudición y gran rigor metodológico.
García Icazbalceta escribió una biografía de Juan de Zumárraga, el primer arzobispo de México, derivando en una crítica al arzobispo y a las órdenes mendicantes que convirtieron a los nativos. En este trabajo, Icazbalceta contradecía las acusaciones de “ignorante y fanático” que liberales y protestantes lanzaban contra el arzobispo, al retratar a los franciscanos y al mismo arzobispo como salvadores de los indios quienes padecían la brutalidad de la autoridad civil. También destacó el papel del arzobispo en la promoción de instituciones educativas tales como el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, y le acredita con haber traído la primera imprenta al hemisferio occidental.
Particularmente objetó las acusaciones (hechas por fray Servando Teresa de Mier, Carlos María de Bustamante, y William H. Prescott) de que Zumárraga tomó parte en la destrucción de códices aztecas, argumentando no sólo que la mayor parte de dicha destrucción había ocurrido antes de la llegada de Zumárraga, sino que ningún cronista español menciona quema de libros, y que la única quema mencionada por Fernando de Alva Ixtlilxóchitl fue cometida por los tlaxcaltecas en 1520.
En esta biografía también aprovechó la ocasión para criticar la hipocresía que veía en los legisladores liberales quienes mientras atacaban al arzobispo argumentando crueldad hacia los indígenas, eliminaban las leyes que restringían el tráfico fuera del país de antiguas obras de arte indígena y otras expresiones de la cultura prehispánica.
El libro sirvió para restaurar la credibilidad de la orden franciscana como fundadora de la sociedad mexicana en la conciencia de la nación, pero levantó otros cuestionamientos: mucha gente se incomodó ante la falta de toda mención sobre la aparición de la Virgen María bajo la imagen de “Nuestra Señora de Guadalupe” o de la construcción de una capilla en su honor por parte de Zumárraga. De hecho, García Icazbalceta había escrito un capítulo sobre el tema, pero decidió finalmente no incluirlo a petición de Francisco Paula de Verea, obispo de Puebla. En este capítulo revelaba que no había encontrado ningún documento contemporáneo que hiciera referencia a la aparición, y que pudo identificar a la Imagen de la Virgen de Miguel Sánchez de 1648 como la primera imagen de la guadalupana.
A pesar de su prestigio como historiador preeminente de México, y de su conservadurismo político y devoto catolicismo, partidarios de las apariciones atacaron su reputación. Así, en respuesta a una demanda hecha por el arzobispo de México, Pelagio Antonio de Labastida, escribió un detallado relato titulado:"lo que la historia nos dice sobre la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe a Juan Diego".
En dicho relato detalló todos los problemas históricos que tenía la leyenda de la aparición. Entre estos se encontraba el silencio de los documentos históricos sobre el fenómeno en cuestión, particularmente la falta de toda mención por parte del mismísimo Zumárraga, la falta de mención sobre la aparición en todos los documentos náhuatls mencionados por los historiadores, la imposibilidad del brote de las flores en el mes de diciembre (aspecto importante de la narrativa), y la improbabilidad de que “Guadalupe” fuera un nombre náhuatl. Citó además inconsistencias en los estudios hechos sobre el icóno como razones para dudar sobre la historicidad de la aparición.